Para la mayoría de los niños, una mascota es mucho más que simplemente un animal, es un miembro de la familia y pero lo más importante es su mejor amigo.
Lamentablemente, la alegría de tener una mascota va de la mano de la tristeza de perderla, ya sea por la edad, una enfermedad o un accidente.
Esto puede ser muy doloroso, la mascota en general es la primera en despertar a los niños en la mañana y los está esperando cuando vuelven del colegio. En algunas ocasiones tu hijo va a recurrir a su mascota en busca de consuelo o compañía cuando esté enfermo o cuando se sienta triste o dejado de lado.
Si bien es imposible como Padres proteger a tus hijos de la pérdida de una mascota, pero puedes ayudarlo a enfrentarla. Y como la muerte de una mascota podría ser la primera pérdida de un ser querido, y algo crucial es que tu hijo viva el duelo, ya que va a ayudarlo a afrontar otras pérdidas durante su vida.
Compartir la noticia y el dolor
Una de las tareas más difíciles de la muerte de una mascota es darles la noticia a tus hijos. Intenta hacerlo a solas, en un lugar en el que se sientan seguros. Donde no se distraigan con facilidad, sin televisión, celular, tablet ni consolas de juegos.
Tal como lo harías con una noticia importante, piensa cuánta información necesita tu hijo acorde a su edad, su nivel de madurez y su experiencia.
Si la mascota es muy vieja o está teniendo una enfermedad prolongada, considera hablar con los niños antes de que se muera. Si estás pensando eutanasiar a su mascota para que no siga sufriendo, tal vez desees explicarle lo siguiente:
- Los veterinarios hicieron todo lo que podían
- Tu mascota nunca mejorará
- Es la manera más compasiva de eliminar su sufrimiento
- Tu mascota va a descansar, sin dolor ni miedo va a fallecer.
Una vez más, la edad, el nivel de madurez y las preguntas de tu hijo te ayudarán a determinar si es necesario explicarle clara y sencillamente lo que va a ocurrir. Si es así, puede usar palabras como «muerte» o «morir» o decirle algo como: «El veterinario le dará una inyección para hacerla dormir y después su corazón dejará de latir y podrá descansar de su dolor». Muchos niños quieren despedirse antes y algunos tal vez tengan la edad o la madurez emocional suficiente como para quedarse a consolar a la mascota durante el proceso. Se recomienda que para los más chicos no estén presente cuando se vaya a efectuar la eutanasia.
Si tomas la decisión de sacrificar a la mascota, ten cuidado de no decir: «dormir» o «poner a dormir». Los hijos más pequeños suelen interpretar las cosas de forma literal y podrían llegar a tener ideas atemorizantes sobre el sueño o las cirugías y la anestesia, y podrían preguntarte algunos días después ¿Cuándo va a despertar?
Si la muerte de la mascota es más repentina, explícale con calma qué ocurrió y siempre con la verdad. Debes ser breve y permite que tu hijo te haga preguntas, lo que te permitirá saber cuánta información darle.
¡Siempre decir siempre la verdad!
Evita endulzar la realidad con una mentira. No es una buena idea decirle a tu hijo «Bolt se escapó» o «A Berlin lo adopto otra familia». Lo más probable es que no le aliviará la tristeza porque igual va a perder a su mascota y, si alguna vez se entera de la verdad, su hijo probablemente esté enojado porque le mintió, y volverá a fojas cero, y deberá vivir el luto.
Si le preguntan qué les ocurre a las mascotas después que mueren, mencione lo que usted piensa de la muerte, incluso puede darle su punto de vista según su fe. Y como nadie sabe realmente lo que ocurre, decir simplemente «No lo sé» puede ser una respuesta adecuada; no está mal decirles a los niños que la muerte de los animales es un misterio.
Ayudar a su hijo a enfrentar la pérdida
Al igual que cualquier persona que enfrenta una pérdida, los niños suelen sentir una variedad de emociones además de tristeza después de la muerte de una mascota. Tal vez se sientan solos, enojados porque sacrificaron a su mascota, frustrados porque la mascota no mejoró o enojados por las veces que fueron malos o no cuidaron de su mascota como lo habían prometido.
Ayude a los niños a comprender que es normal que sientan esas emociones y que es normal que al principio no quieran hablar de eso. Y asegúreles que usted estará allí cuando estén preparados para hablar.
No se sienta obligado a ocultar su propia tristeza por la muerte de una mascota. Demostrar cómo se siente y hablar abiertamente sobre ello es un ejemplo para los niños. Usted les demuestra que no está mal sentirse triste por haber perdido a un ser querido, hablar de sus sentimientos y llorar si se siente triste. Y para los niños es un alivio saber que no son los únicos que están tristes. Comparta historias de las mascotas que usted tuvo (y perdió) cuando era pequeño y lo difícil que le resultó despedirse.
Es importante despedirlo
Cuando le des la noticia, es importante que le propongas ideas de cómo podrían despedirlo y de esta forma poder aplacar esa pena y seguir adelante.
Una cosa importante es que van a hacer con su cuerpo, van a darle sepultura o van a cremarlo, (consulta el articulo ¿Enterrar o cremar a tu mascota?) Junto a eso puede ser especial complementar con una forma especial de recordarlo. Podría tener una ceremonia para enterrar a la mascota y leer la oración de San Francisco de Asis Patrono de los animales. O simplemente compartir los recuerdos de los buenos momentos que pasaron juntos y hacer un collage de fotos. También ese mismo día compartir anécdotas y que es lo que la mascota significaba para cada miembro de la familia, compartir historias de los momentos divertidos que pasaron con él. Como tu hijo perdió a su mejor amigo, el que lo apoyaba en momentos difíciles y tu hijo lo abrazaba (Consulta el articulo ¿Qué hacer cuando muere nuestra mascota?) para eso es importante que lo abraces para se sienta acogido y protegido.
Recuerda que el duelo después de la pérdida de una mascota es similar al duelo por la pérdida de una persona, en especial para los niños. Para ellos, perder a su mascota que le ofreció amor y compañía puede ser mucho más doloroso que perder a un familiar lejano. Es posible que debas explicarles esto a sus amigos, familiares o a otras personas que no tienen mascotas o que no comprenden la situación.
Tal vez, lo más importante, cuando lo veas triste en los días siguientes, es que le hables de su mascota con frecuencia y con amor. Hazle saber a tu hijo que, si bien el dolor pasará, su mascota era increíble, recuerda con los momentos específicos felices que vivió con su mascota, y que esos recuerdos siempre quedarán en su memoria. Cuando llegue el momento adecuado, puede considerar adoptar una nueva mascota, no como un reemplazo sino como una manera de darle la bienvenida a otro animal en su familia.