Vivimos en una sociedad que niega la tristeza sistemáticamente, y cualquier problema es “solucionado” comprando o reemplazando lo roto o lo perdido por algo nuevo. Por eso, es tan importante estar con tus hijos, apoyarlos en los momentos que ha perdido a su amigo, y ayudarlo a superar la muerte de su mascota, entendiéndola, asumiéndola y despidiéndolo. Esto también lo preparara para el futuro ante la pérdida de un familiar querido en el futuro o cuando a él, como padre le toque acompañar a su hijo en este proceso.
A la hora de afrontar y acompañar a tu hijo en este proceso, es importante tener en cuenta su edad pues ésta determina su forma de comprender y sus dudas. Para los más pequeños la muerte es un enigma, pues, aunque les duele y echan de menos la presencia de su mascota no suele plantearse nada más allá de esa ausencia física. Sin embargo, ésta se convierte en algo más profundo y complicado de explicar, y asumir, a partir de la preadolescencia. En cualquier caso, estos consejos son adecuados para todas las edades.
1. No le mientas a tu hijo sobre la muerte de su mascota
Busca el momento adecuado para hablar con tu hijo, suaviza las palabras y el tiempo de la conversación, y se sinceró con él: dile siempre la verdad, en el futuro valorara la sinceridad y transparencia. Aquí es esencial que no te ayudes de creencias o tradiciones que no compartes. Por ejemplo, si para ti el cielo en términos espirituales no existe no le digas que su mascota se fue al cielo, porque acabará creyendo y viviendo de acuerdo con valores con los que luego no convivirá ni él ni tu familia. O peor, más tarde o temprano descubrirá que le has mentido cuando compruebe que para tí ese lugar idílico no existe y su confianza en ti se puede ver dañada.
2. Comparte tu dolor con él, que no solo el está sufriendo…
Muchas veces parece que el objetivo de la sociedad actual es evitar cualquier expresión externa y sincera de dolor, pudiendo ser un signo de debilidad o una antesala a un episodio de depresión. Enfrentarlo de esa forma no es beneficioso para el niño ni para el adulto en lo absoluto. No evites compartir tu tristeza con él, llora si es lo que de forma natural te pide el cuerpo y, por supuesto, déja llorar a tu hijo si lo necesita. Que no piense que las lágrimas son un signo de debilidad. No hay nada peor para un niño que sentirse penalizado por expresar algo que realmente siente y le conmueve.
3. Habla de la mascota una vez hayan pasado los días
Con el fin de que se normalice la situación es importante que la mascota ausente no se convierta en un tabú, ni para la familia, ni para el niño. No se trata de hablar del tema intencionalmente, si no de hablar con naturalidad y normalidad de la mascota, sin afectación, ni tristeza, pero con cariño. Que él fue importante, que se vivieron hermosos momentos pero que nos dejó. Es importante hablarlo sin tristeza sino recordándolo con alegría.
4. Ayúdale a recordar a su mascota con momentos de alegría
Si este momento se da en familia aún mejor. Los cuentos, (Consulta Cuentos para enfrentar la muerte de un ser querido) por ejemplo, son una herramienta muy útil para estos casos. Léele alguno cuyo argumento esté en consonancia con su edad, así como con las preguntas y dudas que él te pueda hacer. El objetivo es en todos los casos el mismo: aprender a recordar a nuestra mascota con alegría, destacando lo que hacía bien, lo que hacía fatal y lo que hemos aprendido cuando estaba y cuando ya no está. Trata de rescatar anécdotas que siempre estarán en su recuerdo. Es importante dejar patente que, si no le olvidas, de alguna forma, siempre te acompañará.
5. Cierra el ciclo inventando un ritual en familia
Puede ser un dibujo, decorar un marco de foto y poner la foto, decorar un ánfora de madera, que guardará sus cenizas o cualquier manualidad que se pueda hacer en grupo y lleve un rato terminarla. Se trata de celebrar una pequeña reunión familiar, a modo de ceremonia, en la que todos se sientan arropados y apoyados. Así el niño sentirá que no está solo y que la ayuda de su familia es importante para afrontar las situaciones difíciles.
Excelente articulo.